A comienzos de la semana pasada, el afamado restaurante de Las Condes, Tiramisú, decidió ingresar a la aplicación de delivery de comidas Uber Eats para poder distribuir a través de los socios repartidores sus productos. Sin embargo, el mismo día que comenzaba el servicio, sus dueños dispusieron cerrar completamente la operación, como medida de seguridad, ante la expansión del coronavirus en la Región Metropolitana, por lo que no se concretó el plan. La misma decisión tomó la cadena McDonald’s, que por estos días tampoco está disponible en la aplicación. Los que sí comenzarán a distribuir sus comidas a través de este sistema es Honesto Mike, una reconocida hamburguesería de Providencia, siguiendo el exitoso ejemplo de Ambrosía Bistró, establecimiento que había entrado post crisis de octubre, y que cerró las puertas de su taquillero local en Nueva de Lyon y solo funciona a través del delivery. Hoy, Uber Eats congrega cerca de 3.000 restaurantes chilenos en su aplicación de reparto de comida a domicilio. De estos, el 60% corresponde a locales pequeños o medianos, los que tras las medidas de distanciamiento social y cierre de lugares públicos dictadas por el gobierno para controlar la propagación del Covid-19, pasan por momentos económicos muy complicados. Para muchos de estos establecimientos, el único salvavidas es el reparto a domicilio y por ello la empresa tecnológica ha implementado un intenso plan de promoción. Así, desde la semana pasada comenzaron a publicar, a través de los banners de la app, publicidad de las distintas opciones en los diferentes barrios. Asimismo, han utilizado sus bases de datos de clientes para enviar cientos de mails e información a través de sus redes sociales, con las opciones de delivery. El costo del reparto será gratis e íntegramente absorbido por la compañía estadounidense.
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