
A José de Gregorio siempre le han atraído las inversiones. Hasta ahora, había canalizado indirectamente esa inquietud en la academia, directorios y seminarios, en un rol más de asesor y estratega. Aunque ofertas de actores del mercado financiero no le faltaban.
Hasta que, a sus 56 años, el ex presidente del Banco Central y ex triministro de Ricardo Lagos, decidió por primera vez asociarse a una firma de inversiones, siguiendo los pasos de algunos ex banqueros centrales como su amigo Armínio Fraga en Brasil, socio fundador de Gavea Investimentos, y Ben Bernanke en Estados Unidos –que tiene oficina al frente suyo en Nueva York– contratado recientemente como asesor de PIMCO.
Dos semanas lleva como socio y presidente del directorio de VolcomCapital, una empresa de distribución de fondos para clientes institucionales y de alto patrimonio que fue creada en marzo pasado por su sobrino, Felipe Larraín, ex gerente de ventas institucionales en Compass group Chile –donde fue responsable de más de 17 mil millones de dólares en distribución y manejo de fondos–, y José Miguel Bulnes –socio de Sebastián Piñera Morel en BP Capital y ex Portfolio Manager de Penta y Bancard.
El foco de la empresa es la colocación de estrategias de alternativos y fondos mutuos tradicionales. Y esperan, al cierre de este año, colocar más de 500 millones de dólares en el fondo de la firma de private equity Ardian con clientes de Chile, Brasil, Perú y Colombia. Además, ya están trabajando con las marcas Nikko Asset Management y CVC Credit Partners.
De Gregorio ha dicho estar “muy entusiasmado” con este negocio y sólo priorizará la academia sobre él. Dado que pasa un tercio del año fuera de Chile, su rol en la empresa será, principalmente, abrir nuevas relaciones y consolidar las existentes con los managers internacionales, y ver cómo mejorar el servicio y tener más cercanía con los institucionales y otros clientes en la región.