Mide 84 metros de largo, tiene 88 metros de envergadura, 18 metros de altura y pesa 175 toneladas, sin cargamento ni combustible. Es el avión más grande del mundo y supera al Boeing 747 (68,7 metros) y al Airbus A320.
Se trata del Antonov 225, un gigante ruso diseñado en Ucrania para movilizar transbordadores espaciales, que voló por primera vez en 1988 y que hoy se utiliza, entre otras cosas, para transportar generadores de energía. Sólo hay uno en el mundo y su aterrizaje causa expectación –más de 20 mil personas lo vieron en Perth, Australia– ya que no vuela muy seguido y su carga entra y sale por la nariz.
La nave de seis motores que por primera vez pisará suelo chileno (ha estado una vez en Brasil) la trae Bolloré Logistic, multinacional francesa experta en transporte y logística que trabajó durante meses para lograr acomodar en el avión el “encargo”: un transformador para Colbún, que pesa 182 toneladas incluyendo su estructura metálica.
Se trata de la segunda carga más pesada transportada vía aérea en la historia de la logística civil. El Antonov 225 aterrizará en Pudahuel el próximo 15 de noviembre.