El 5 de noviembre, los socios del Club de Polo y Equitación San Cristóbal recibieron un mail. En él, el directorio explica que hace dos años, y en su apuesta por expandirse, incorporaron a los activos del Club “el predio ‘El Quillay’ en la Comuna de Padre Hurtado, con miras a un futuro desarrollo”.
La idea es poder afrontar la creciente demanda del club ante la incorporación de nuevos socios. Pero hoy, esa alternativa se reemplazó por una más cercana: un paño de 50 hectáreas en Colina, en el cual planean un proyecto inmobiliario –exclusivo para los socios– que incluye ocho canchas de polo, de tenis y pesebreras, además de 117 sitios cuyos precios parten en 4.343 UF, los cuales estarán disponibles para los socios. La fecha de entrega de sitios es el segundo semestre 2018 y, según cuentan, ya son varios los que han reservado. El futuro está en manos de Inmobiliaria Nueva Costanera, empresa dirigida por Gerardo Valdés, quien también es socio del Polo.