Quantcast
Channel: Revista Capital – Revista Capital
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2093

Mejor vida, menor impacto

$
0
0

Por: Pamela Cuevas V.

Hay quienes parten de la premisa de que el edificio más sustentable es el que no se construye. Pero, para posturas menos extremas, la mezcla perfecta sería mayor rendimiento y menor impacto en el medioambiente.

El arquitecto Fernando Guarello estuvo a cargo del proyecto de diseño del Centro de Justicia de Antofagasta, que cuenta con una certificación Leed Gold. Para él, la combinación debe estar dada por “variables como el ahorro de energías convencionales y el uso de energías renovables, así como también utilizar materiales y productos de construcción de bajo impacto en su fabricación, utilización y desechos, reutilización de agua, control térmico, entre otras”.

Y es que entre los actores privados del rubro –inversionistas, constructoras e inmobiliarias– cuán sustentable es una edificación ya es tema de trabajo e implementación, a diferentes escalas, en sus proyectos.

Carlos Bascou, presidente del grupo de trabajo de Innovación y Construcción sustentable de la Cámara Chilena de la Construcción, explica que “hoy es un tema fundamental”. Y agrega: “Toda la construcción a nivel global consume un tercio de la energía que gasta el planeta e incide un 20% en los gases de efecto invernadero. Es altamente demandante en recursos naturales. Es importante entender el ciclo de vida de una construcción, porque no estamos hablando solo de no contaminar en el proceso de edificación, sino que apuntamos a la permanencia en el tiempo de una casa o un edificio (que puede durar 20, 50 o 100 años)”.

Es una tendencia que recién comienza, pero que se ha visto favorecida por la mayor conciencia que se tiene del impacto por sobre cómo vivimos y nos relacionamos con lo que usamos.

“Tenemos datos duros que muestran que esto es una tendencia. Hoy, en Santiago hay 217 edificios de oficinas construidos con certificación Leed. Si bien es cierto que si lo medimos en porcentaje, respecto al general de este tipo de edificaciones es nada, me atrevo a decir que las políticas de las compañías van por la sustentabilidad. Pensamos que en los próximos cinco años –sobre todo empresas extranjeras– nos van a poner como condición para cotizar y comprar, el que los edificios tengan sello de sustentabilidad”, asegura José Sarrà, socio fundador de la consultora inmobiliaria Nai Sarrà.

Lo que busca el consumidor

En el rubro existen distintas percepciones sobre cómo la fuerza de la demanda por infraestructura está empujando hacia una construcción sostenible. Para Guarello, la tendencia hacia mejores edificios y espacios, que sean más eficientes, sostenibles y económicos, es un camino sin retorno para Chile. “Tenemos una industria inmobiliaria muy desarrollada y con un mercado exigente y competitivo”, comenta.

Bascou apunta a la educación. “Lo más importante es qué tan informada está la demanda. Es un ámbito complejo, porque una construcción no solo tiene alto impacto en la cantidad de años que se va a usar, sino que involucra una serie de especialidades que hay que tratar de relacionarlas entre sí”.

Sarrà explica que parte de la demanda por infraestructura sustentable apunta a la mantención del activo y el ahorro en costos que genera una construcción de estas características en el tiempo.

Un argumento que comparten en CBRE. “Si bien involucran una mayor inversión al inicio, este tipo de construcciones hacen todo el sentido a la hora de evaluar la estrategia de salida a 10-15 años plazo, dado que estos aspectos influyen en la apreciación del activo al momento de venta. Esto podría derivar en un aumento de certificaciones de sustentabilidad como BREEAM, LEED o potencialmente alguna apoyada por el Minvu, para el sector residencial”, explica Horacio Morales, senior Research Manager de la consultora.

Pero no todo está en los grandes inversionistas. Para Natalia Barra, coordinadora de consultoría de Tinsa, la demanda por este tipo de viviendas asociadas a la eficiencia energética es palpable ya en las salas de venta, en especial en la zona sur del país. “En Puerto Montt, Puerto Varas y Valdivia está la mayor cantidad de proyectos con calificación energética y con mayor rango (A-B-C). A partir de nuestro trabajo en terreno, vemos que los proyectos muestran la calificación obtenida en sus folletos como un factor más de venta”, señala.

Otro factor que mueve a este segmento residencial es la calidad de vida. Esa es la visión de Tomás Cartagena, director ejecutivo en TGA (empresa que trabaja con más de 50 inmobiliarias midiendo el nivel de satisfacción de los clientes a través del sello Best Place To Live), quien detalla que “desde hace un tiempo, la sustentabilidad pasó a ser un nicho. Es así como ciertas inmobiliaria utilizan el concepto ECO en sus proyectos para sus publicidades de ventas, logrando con eso una diferenciación en el mercado”.

Pioneros

En mayor o menor medida, las inmobiliarias han ido acuñando en los últimos años el desarrollo y la ejecución de proyectos sustentables.

En Sencorp Inmobiliaria, que fue una de las primeras en el país en conseguir la certificación Leed-CD Gold del USGBC (US Grenn Building Council) –para sus Torres Titanium La Portada y Parque Titanium–, comentan que “actualmente está en construcción el primer edificio de oficinas en Chile que contará con doble fachada y techumbre con placas solares para reutilizar la energía. Esto permitirá ahorrar aproximadamente un 8% del consumo del edificio y generará protección solar para quienes trabajan en este”, explica Alfonso Barroilhet, gerente de Desarrollo de Negocios de la empresa.

Otra innovación que se le sumará es que contará con sistema de recarga rápida para vehículos y bicicletas eléctricas.

Otro ejemplo es la elección del tipo de fuente energética que utilizará la vivienda. En la inmobiliaria Norte Verde optaron por la incorporación del concepto Full Electric en todos sus desarrollos. “Un departamento Full Electric tiene muchas ventajas en cuanto a calidad de vida, además de la seguridad que implica el uso de una energía limpia, que no consume oxígeno al interior del hogar y donde no hay riesgo de fugas de gas ni residuos tóxicos, con la consiguiente eficiencia y ahorro energético”, explica Francisco Bascuñán, director ejecutivo de la inmobiliaria.

En Ralei Development Group, en cambio, optaron por la utilización de paneles solares. Estos ya están en Independencia Park, Parque Pocuro, Ñuñoa Metroparque II y Zenteno Efficient. “Sus beneficios varían según la época del año, invierno-verano. Sin embargo, estimamos que los ahorros, con respecto al agua caliente, bordean el 30% durante los meses de verano. Si lo llevamos a cifras, calculamos que un departamento de las mismas características y sin estos elementos debiera estar pagando entre un 15% y 20% más por consumo interno”, dice Andrés Ergas, gerente comercial de la compañía.

En Brotec-Icafal, en tanto, la mirada de la sustentabilidad es aplicable de manera transversal a todos los nichos de mercado, derribando el mito del mayor costo. “Hay una creencia instalada de que los proyectos sustentables deberían ser los de mayor lujo o los que están en plena ciudad (...) Sin embargo, creemos que cualquier proyecto, independiente de su ubicación, puede ser sustentable, amigable con el medioambiente y favorecer la vida sana. Es el caso de ‘Chicauma, Ciudad Parque’, ejemplifica María de la Luz Valdés, gerente comercial de la inmobiliaria.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 2093

Trending Articles