Por: Sergio Paz
Fotos: Jorge López
A media tarde, en el subsuelo del cada vez más prendido centro deportivo y gastronómico del Parque Araucano, decenas de jóvenes y no tan jóvenes se mueven como arañas entre las coloridas paredes de Zenit Climbing & Yoga, el más nuevo de los gimnasios de escalada indoor en Santiago. Acá, si hay algo que sobra es concentración. También sudor.
Zenit es como un gran loft hiperactivo. Un gigantesco espacio de 500 metros cuadrados, con paredes de cuatro metros, donde se instalaron boulders o líneas de escalada para grandes y chicos; para aquéllos que saben mucho (y necesitan entrenar sin tener que escaparse a la montaña), pero también para aquéllos que están comenzando o no saben nada.
¿El gran desafío? Subir con la mayor fluidez (y lo más rápido posible) gracias a “presas” o agarres sujetos en las paredes que emulan diversos tipos de superficie en la roca: más de diez formas distintas, incluidas regletas, pinzas y romos. “El conjunto de presas –explica Rafael Olavarría, escalador y uno de los socios detrás de Zenit– es el principal activo en este tipo de gimnasios. Es lo que te da la variedad de rutas que podrás subir. En Zenit contamos con más de mil presas importadas y pronto usaremos las que se están comenzando a fabricar en Chile. Se cambian después de dos o tres meses y así puedes crear desafíos una y otra vez”.
En Santiago, cada año, se abren más y más gimnasios de escalada e, incluso, en algunas universidades se ha aceptado la disciplina como una opción extracurricular. Ello ha significado que regularmente se realicen competencias para profesionales, pero también para aficionados...