Por: María José Gutiérrez
Fotos: Verónica Ortíz
"Ayudemos a apagar el fuego. Tenemos que hacer algo como familia”. Camila Lería Luksic mandó el mensaje al whastapp donde participan todos sus tíos, primos y abuela materna, y se subió a un helicóptero de la fundación Desafío Levantemos Chile. Cuando aterrizó en Santa Olga ese 27 de enero de 2017, la tierra aún ardía. El día antes, el pueblo maderero ubicado a 20 kilómetros de Constitución había sido arrasado por las llamas, llevándose mil casas a su paso. Todo era gris, los olores fuertes, las cenizas cubrían el aire y cuatro metros de escombros tapaban el suelo. Era un infierno...
En septiembre de 2017, al mismo tiempo que se puso la primera piedra de la construcción, Educación 2020 presentó su propuesta: instaurar una red de tutorías, a través de la cual los mismos niños imparten sus conocimientos a sus pares.
Nicolás Birrel, director ejecutivo de Desafío Levantemos Chile, se propuso levantar 5 mil millones de pesos. De la reunión con Paola Luksic salió con un cheque por dos mil millones de pesos de la Fundación Luksic. Siguió a Consorcio, que se anotó con otros mil, luego la familia Said Handal 250 millones más… hasta que llegó a la meta.
“Creo que hay cosas que el Mineduc va a tomar de acá como cambio a la manera de educar. De pasar de colegios súper segregados, a una comunicación mucho más abierta, colaborativa, de relaciones, donde todos coinciden en un punto de encuentro”, dice Eugenio Correa de Correa 3.
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